BUENOS AIRES.- El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner analiza adelantar el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, con el objetivo de inyectar dinero al consumo y evitar que se acentúe el freno de la economía.

De acuerdo a fuentes oficiales consultadas por NA, la suba estaría en torno al 25 %, en línea con las mejoras salariales promedio que lograron los gremios más importantes a lo largo del primer semestre.

El anuncio estaba previsto inicialmente para octubre próximo, pero el cuadro económico llevaría a la Casa Rosada a anticiparlo para los últimos días de este mes, mientras todavía evalúa si la medida será retroactiva al primero de enero pasado.

Así, el piso no imponible para un empleado soltero pasaría de $ 5.782 neto a $ 7.227,5 y para el caso de los casados con dos hijos, se incrementaría de $ 7.998 a $ 9.997. Actualmente, un trabajador con un ingreso mensual de $ 10.000 paga $ 4.828,36 anuales en concepto de impuesto a las Ganancias.

La iniciativa era evaluada por la Presidenta; el vicepresidente Amado Boudou; el viceministro de Economía, Axel Kicillof; y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, en medio de señales claras sobre un estancamiento de la actividad económica.

La administración kirchnerista cederá a aumentar el piso de Ganancias tras insistentes pedidos desde el sector sindical, de propios y ajenos, como el titular de la CTA oficialista, Hugo Yasky, y el líder de la CGT, Hugo Moyano.

El moyanismo pretende que el piso para los trabajadores casados ascienda a los $ 12.000, según reveló el abogado de la central obrera y diputado kirchnerista Héctor Recalde, pero el Gobierno confirmará un límite más estrecho.

Desde el agro, el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, dio que aseguró que "hay vocación de confluir" en movilizaciones con reclamos al Gobierno, en especial vinculados a la suba del mínimo no imponible de Ganancias. Pero no solamente el sindicalismo se entusiasma con la iniciativa, sino también los empresarios que vienen sintiendo la caída en las ventas y en muchos casos tuvieron que rediseñar los planes de producción por la acumulación de stock.

Si bien el impuesto a las Ganancias contribuye apenas con el 16 % de la recaudación total, es decir que sólo $ 1 de cada $ 6 se genera con este tributo, el Gobierno quiere evitar un fuerte impacto en las arcas nacionales.

La crisis externa se viene acentuando y afecta al país porque la disminución de la demanda hace caer las exportaciones, por lo que ingresan menos divisas cuando el gasto estatal continúa con una expansión que se ubica por encima del 32 %.

A su vez, la producción industrial viene en retroceso y el consumo comenzó a dar señales de que el gasto local de los argentinos se resintió, por lo que el Gobierno pretende mejorar el margen económico de la clase media para evitar que se enfríe la demanda interna.

Asimismo, el Gobierno buscará con un decreto volver a ganarle de mano a los diputados de la oposición, que ya presentaron unos 22 proyectos para modificar los valores del impuesto por medio de una ley.

En el Congreso hay al menos 17 iniciativas que cuentan con estado parlamentario, de las cuales doce fueron confeccionadas entre enero y junio de este año, además de otras cinco presentadas durante el 2011. (NA)